Proyecto : Uso correcto del catéter venoso central en el personal de enfermería en las unidades de cuidados intensivos., año 2024

Mgs. Nathaly Amaguaya 

La correcta manipulación del catéter venoso central (CVC) en las unidades de cuidados intensivos (UCI) es fundamental para garantizar la seguridad de los pacientes críticos. El desconocimiento o incumplimiento de las medidas de asepsia por parte del personal de enfermería puede derivar en complicaciones graves como infecciones del torrente sanguíneo o flebitis, incrementando la morbilidad hospitalaria y los costos asociados a la atención. Ante esta problemática, es indispensable fortalecer las competencias clínicas del personal de salud mediante estrategias formativas efectivas. El proyecto “Manejo seguro del catéter venoso central” tiene como propósito mejorar las prácticas del personal de enfermería a través de la implementación de un programa de capacitación, supervisión clínica y generación de materiales educativos, tales como folletos y seminarios, dirigidos a reforzar los protocolos de bioseguridad y antisepsia. Este programa brinda un entorno formativo práctico y actualizado, en el cual los participantes pueden aplicar sus conocimientos en escenarios simulados y reales, promoviendo así una cultura de seguridad hospitalaria. La incorporación de auditorías periódicas y evaluaciones del desempeño permite detectar áreas críticas, reducir los errores clínicos y fomentar la adherencia a las normas internacionales. Como resultado, se ha evidenciado una mejora en la calidad del cuidado, una disminución significativa de infecciones asociadas al catéter y una mayor conciencia del rol profesional en la prevención de complicaciones. El proyecto representa un avance clave hacia la excelencia en los cuidados intensivos y la humanización de la atención hospitalaria

El proyecto tiene como objetivo mejorar las prácticas de manejo del catéter venoso
central (CVC) por parte del personal de enfermería en las unidades de cuidados
intensivos (UCI). Para ello, se ha planificado una intervención educativa y clínica en el
Instituto Superior Tecnológico Stanford, en la ciudad de Riobamba, provincia de
Chimborazo.
El uso inadecuado del CVC es una de las principales causas de infecciones
intrahospitalarias y otras complicaciones en pacientes críticos. Por esta razón, el
proyecto adopta una metodología mixta, con enfoque cuantitativo y cualitativo, de
carácter descriptivo y aplicado. En su ejecución participan docentes, estudiantes e
integrantes de la comunidad académica del área de salud.
La planificación contempla varias fases. Primero, un diagnóstico inicial a través de
encuestas para evaluar el nivel de conocimiento y prácticas del personal sobre el manejo
del CVC. Luego, se diseñarán y aplicarán instrumentos educativos como cuestionarios,
folleto y seminarios prácticos enfocados en técnicas de asepsia, antisepsia y
bioseguridad. Posteriormente, se lleva a cabo la implementación del programa de
capacitación y finalmente, se realiza un seguimiento para medir el impacto en la calidad
del cuidado y la reducción de complicaciones.
Se espera fortalecer las competencias del personal de enfermería, disminuir la
incidencia de infecciones y consolidar una cultura de seguridad hospitalaria. Para
garantizar la sostenibilidad del proyecto, se recomienda integrarlo en el currículo
formativo de Enfermería y establecer auditorías periódicas.
Este proyecto representa una iniciativa transformadora y replicable, que promueve la
mejora continua en la atención crítica mediante la formación práctica y el compromiso
con la calidad en salud

El proyecto “Uso Correcto del Catéter Venoso Central en el Personal de Enfermería en
las Unidades de Cuidados Intensivos” evidenció una intervención efectiva orientada a
mejorar la seguridad del paciente crítico y la calidad del cuidado en entornos
hospitalarios de alta complejidad. La propuesta respondió a una necesidad apremiante
de fortalecer el conocimiento y las habilidades prácticas del personal de enfermería,
mediante la capacitación continua y la aplicación de medidas de asepsia.
El enfoque metodológico fue mixto, integrando técnicas cuantitativas y cualitativas. Se
aplicaron encuestas, para evaluar el nivel de conocimiento, la aplicación de prácticas
clínicas seguras y el impacto en la prevención de infecciones. Además, se elaboraron
recursos educativos como: folletos y seminarios prácticos, los cuales fueron adaptados
a las realidades del entorno hospitalario.
Este proceso no solo fortaleció las competencias clínicas del personal, sino que también
generó un cambio positivo en la cultura de bioseguridad. La ejecución del cronograma
se realizó de manera eficiente, con un cumplimiento del 100% de las actividades
planificadas y una notable reducción en las complicaciones asociadas al uso del CVC